En la calle aprendemos mil cosas, la calle es la mejor escuela del planeta, es cuando salimos de la casa cuando comprendemos mejor lo que pasa, lo que nos rodea, lo que podemos percibir, lo que el universo nos enseña.
Cada vez que pasamos por algunos sitios, vemos gente en el piso, gente sin hogar, gente que huele mal, que no tiene casi ropa, sin dientes, sucios, y realmente nos espantan, nos asustan, su olor nos provoca salir corriendo, pensamos que nos van a hacer daño, que nos escupirán, o que quizás nos vayan a robar.
En nuestro país los llamamos desechables, y los consideramos los seres más bajos del planeta, creemos que pertenecen al mundo de la delincuencia o pensamos que solo son drogadictos y gente que no aporta nada al planeta, que nada más se la pasan pidiendo limosna e intentan robarnos alguna cosa para satisfacer sus vicios.
Se han puesto ustedes a pensar cuál es la misión de estos personajes en la vida, pues ellos son un espejo permanente para todos nosotros, para recordárnos en lo que no debemos convertirnos, en lo bajo que podemos caer, en las consecuencias que podemos tener al ser viciosos.
Aparte de eso hay algo más grave aún, jamás la gente se pregunta porque ellos están ahí, y a que se debe su condición real, he estudiado el fenómeno a fondo y mi conclusión general es que ellos son personas que jamás han tenido amor, cuando alguien no es amado, no desea bañarse, no quiere arreglarse, no siente deseos de limarse las uñas, o cuidar su cuerpo, tan solo buscan una vía de escape a sus problemas y se reflejan en la droga o los vicios para olvidar que nadie les brinda su amor que su corazón yace vacio y solitario.
Este post es para recordarte que cada día podemos ofrecer a otros nuestro cariño, que podemos compartir una mano amiga con nuestros semejantes, o brindarles un poco de comida y que el calor humano es gratuito y puede compartirse sin que te cueste un centavo, tienes dos hombros que permiten apoyar un semejante en desgracia.
Si no te nace aportar nada de lo anterior te doy otras ideas, puedes regalarles una cobija, un poco de café, una bebida caliente, un colchón usado, ofrecerles un consejo, o quizás enseñarles a ver la vida de otra manera, te sorprenderían las historias de sus vidas y a veces vienen de hogares con dinero y han sido profesionales especializados.
La falta de amor es el mayor dolor de una persona, nuestro corazón se despedaza por dentro y dentro del proceso interior de la persona, se despierta una conciencia negativa de rechazo, se abre paso una profunda depresión que solo nos empuja a olvidarnos de la realidad y a sumirnos en lo más bajo de la miseria humana, el amor es el mayor tesoro del universo y nuestra misión es hacerlo tan grande como la vida misma.
Acaso quienes somos para juzgar lo que les pasa a otros.
Acaso quienes somos para juzgar lo que les pasa a otros.
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