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8/12/12

Biología y orientación sexual, inclinaciones sexuales, aspectos legales, fobias, estudios sobre cambios de comportamiento sexual, factores biológicos importantes en la sexualidad humana, hormonas, orientación sexual

La relación entre la biología y la orientación sexual es objeto de investigación en el ámbito de la biología del desarrollo humano.

No se ha encontrado una única causa simple que determine la orientación sexual, pero hay investigaciones que sugieren que es la resultante de una compleja combinación de influencias genéticas, hormonales y ambientales, existiendo factores biológicos relacionados con complejas interacciones de factores genéticos y el ambiente uterino inicial.

Estudios empíricos

Estudios sobre gemelos

Varios estudios sobre gemelos han intentado aislar los factores biológicos que influyen la orientación sexual.

Como describieron Bearman and Bruckner (2.002), los primeros estudios se concentraron en pequeñas muestras seleccionadas, que mostraban una influencia genética muy fuerte, aunque han sido criticados por la selección poco representativa de sus sujetos.

Estudios posteriores, realizados con muestras cada vez más representativas, mostraron mucha menor concordancia entre los gemélos monocigóticos (coloquialmente, los idénticos), aunque aparecía una tasa significativamente mayor entre los gemelos dicigóticos (los mellizos).

Por ejemplo un reciente estudio de Hershberger (2.001) compara los resultados de ocho estudios distintos sobre gemelos.

En todos, excepto en dos, los gemelos monocigóticos tenían mayor coincidencia en la orientación sexual que en los gemelos dicigóticos, sugiriendo una componente genética clara.

Los dos ejemplos adicionales, Bailey y Pillard (1991) en un estudio sobre gemelos gais, encontraron que el 52% de los gemelos monocigóticos y el 22% de los dicigóticos eran ambos homosexuales.

Además, Bailey, Dunne y Martin (2000) usaron el registro australiano de gemelos para obtener una muestra de 4.901 parejas.

Se consideraron la atracción sexual, las fantasías, los comportamientos y el tipo de gemelos que formaban los voluntarios mediante un cuestionario rellenado por ellos mismos, y, cuando hubo dudas sobre el tipo de gemelos que eran, se determinó por un análisis de sangre.

Se descubrió que los gemelos idénticos eran ambos homosexuales en un 30% de los casos.

Un estudio más reciente sobre gemelos adultos en Suecia (más de 7.600 gemelos) determinó que el comportamiento homosexual se explicaba tanto por los factores hereditarios, como por los factores ambientales específicos del individuo (tales como el ambiente prenatal, enfermedades y traumas experimentados, además de las experiencias sexuales y con el grupo de iguales), mientras que variables de las experiencias ambientales compartidas, como el ambiente familiar y las actitudes sociales, tenían una influencia menor, casi insignificante.

Las mujeres mostraban una tendencia estadística débil o no significativo a los efectos hereditarios, mientras que los hombres no mostraban ningún efecto producido por ambiente familiar compartido.

La utilización solamente de gemelos adultos en el estudio sueco fué motivo de crítica, por ser una posible fuente de sesgo en el resultado, por la participación de demasiados voluntarios.

En resumen, el ambiente compartido por los gemelos (incluyendo la actitud familiar y social) explicaban entre 0–17% de las elecciones de la pareja sexual, los factores genéticos entre el 18–39% y el ambiente individual 61–66%.

El ambiente individual incluye por ejemplo las circunstancias durante el embarazo y el parto, los traumas psicológicos y psiquiátricos (accidentes, violencia y enfermedades), el grupo de compañeros y las experiencias sexuales.

En los hombres los efectos genéticos explicaban entre el .34–.39 de la varianza, el ambiente compartido el .00 y el ambiente individual .61–.66 de la varianza.

Las estimaciones correspondientes a las mujeres fueron .18–.19 para los factores genéticos, .16–.17 para el ambiente compartido y el .64–.66 para el los factores de ambiente individual.

Un tema distinto es el reciente hallazgo de que incluso los gemelos idénticos son diferentes y que existe un mecanismo que podría explicar la homosexualidad no coincidente en gemelos idénticos. Gringas y Chen (2.001) describen varios mecanismos que pueden originar diferencias entre los gemelos idénticos, los más relevantes son si comparten corion y saco amniótico.

Los gemelos dicoriónicos potencialmente tienen diferentes ambientes hormonales y reciben la sangre de la madre de diferentes placentas.

Los gemelos monoamnióticos comparten el ambiente hormonal, pero pueden sufrir el síndrome de transfusión de gemelo a gemelo, por el que uno de los gemelos estaría repleto de sangre y el otro medio desangrado.

Si uno de los gemelos recibe menos testosterona y el otro más, puede causar diferentes niveles de masculinización del cerebro.

Críticas

Los estudios sobre gemelos recibieron varias críticas, como el sesgo por autoelección derivado de que era más probable que los homosexuales con gemelos homosexuales se presentaran voluntarios para estos estudios.

De todos modos, puede sacarse la conclusión, dadas las diferencias encontradas en tantos grupos de gemelos idénticos, que la orientación sexual no viene determinada únicamente por la genética.

Estudios sobre ligamiento cromosómico

Los estudios sobre ligamiento de cromosomas en la orientación sexual han señalado la contribución de múltiples factores genéticos.

En 1.993 Dean Hamer y su equipo publicaron sus hallazgos en el análisis genéticos de una muestra de 76 hermanos gays y sus familias.

Hamer et al. descubrieron que los varones gays tenían más tíos y primos gays en la rama materna de sus familias, que en la paterna.

Se estudió a hermanos gays que tenían estos antecedentes familiares y se examinaron los ligamientos del cromosoma X, usando veintidós marcadores de este cromosoma en busca de alelos similares.

En otro estudio sobre treinta y tres pares de gemelos se encontraron alelos similares en la sección distal de Xq28, con tasas significativamente más altas que el 50% esperado, para los hermanos no gemelos.

Este hallazgo se difundió en la presa con el apelativo (erróneo) de «el gen gay», causando bastante polémica.

En 1998, Sanders y su equipo informaron de un estudio similar, el que se había encontrado que un 13% de los tíos de la rama materna de hermanos gais también eran homosexuales, en comparación con el 6% de la rama paterna.

Un trabajo posterior de Hu y su equipo repitió y refinó los primeros experimentos.

Este estudio reveló que el 67% de los hermanos gais en una muestra abultada compartían un marcador en el cromosoma X, el Xq28.

Aunque dos estudios más (Bailey et al., 1.999; McKnight y Malcolm, 2.000) no encontraron predominio de parientes gais en la rama materna de los varones homosexuales, un estudio de Rice et al. de 1.999 no consiguió replicar los resultados del ligamento del Xq28.

El metaanálisis de todos los datos sobre ligamiento disponibles indican una conexión significativa con el Xq28, pero además indican que deben estar presentes otros genes adicionales para explicar completamente la herencia de la orientación sexual.

Un estudio más reciente sobre 894 heterosexuales y 694 varones homosexuales no encontró pruebas de ligamientos sexuales.16

Mustanski et al. (2005) realizó en examen del genoma completo (no solo del cromosoma X) en individuos y familias estudiadas previamente por Hamer et al. (1.993) y Hu et al. (1.995), además de nuevos sujetos.

Con un mayor grupo de muestra y un examen completo del genoma, el estudio encontró un ligamiento algo menor parar el Xq28 que el del estudio de Hamer et al.

Pero encontraron otros marcadores con una probabilidad justo por debajo de un resultado significativo en el 7q36 y una probabilidad con un resultados aproximándose a ser significativo en 8p12 y 10q26.

Curiosamente, 10q26 mostraba mayores tasas de significación de carga maternal, lo que apoyaría los estudios de familia anteriores.

Estudios epigenéticos

Un estudio sugiere un vínculo entre la estructura genética de la madre y la homosexualidad de sus hijos varones.

Las mujeres tienen dos cromosomas X, uno de los cuales está desactivado.

La inactividad del cromosoma X sucede al azar durante el periodo embrionario, por lo que las células forman un mosaico respecto a qué cromosoma está activo.

Pero en cambio, en algunos casos, la desactivación puede ocurrir de una forma no azarosa. Bocklandt et al. (2.006) registraron que en las madres de los varones homosexuales, el porcentaje de inactivación asimétrica extrema del cromosoma X era significativamente más alta que en las que no tenían hijos gais.

El 13% de las madres con un hijo gay y el 23% de las madres con dos hijos gais mostraban inactivación asimétrica extrema, en comparación con el 4% de las madres sin hijos gays.

Orden de nacimiento

Efecto del orden de nacimiento de los hermanos.

Blanchard y Klassen (1997) publicaron un estudio que decía que se incrementaba un 33% la probabilidad de un varón de ser gay por cada hermano mayor varón que tenga.

Hasta ahora este factor es una de las variables epidemiológicas más fiables identificadas en los estudios sobre la orientación sexual.

Para explicar este hallazgo se han propuesto hipótesis como que los fetos masculinos provocan una reacción inmunológica en la madre, que se hace cada vez más fuerte en los siguientes embarazos de fetos masculinos.

Los fetos varones producen antígenos HY, que casi con certeza están involucrados en la diferenciación sexual de los vertebrados.

Se supone que la madre produciría anticuerpos para reaccionar contra este antígeno y su cuerpo lo recordaría, produciéndose cada vez un ataque más fuerte en los siguientes embarazos de varones, por lo que el antígeno H-Y iría perdiendo su capacidad para realizar su función de masculinizar el cerebro del feto.

Sin embargo, la teoría ha sido criticada porque los síntomas que deberían ser típicos de este mecanismo son raros en comparación con la prevalencia de la homosexualidad.

Fertilidad femenina

En 2.004, investigadores italianos realizaron un estudio sobre 4.600 personas que eran parientes de 98 hombres homosexuales y 100 heterosexuales.

Las parientes femeninas de los hombres homosexuales tendían a tener más descendencia que las parientes de los hombres heterosexuales.

Además, las parientes femeninas por la rama materna de los homosexuales tendían a tener mayor descendencia que las de la rama paterna. Los investigadores concluyeron que habría material genético que se heredaba en el cromosoma X que producía mayor fertilidad en las madres y homosexualidad en sus hijos varones.

Este descubrimiento explicaría alrededor del 20% de los casos del estudio, indicando que es un factor significativo en un grado bastante alto, pero que no es el único para la determinación de la orientación sexual.

Estudios sobre feromonas

Estudios realizados en Suecia sugieren que los hombres gays y heterosexuales reaccionan de forma diferente ante olores que se cree están relacionados con la excitación sexual.

La investigación mostró que tanto en las mujeres heterosexuales (se incluyeron a las lesbianas en el estudio, pero sus resultados resultaron un tanto confusos) como en los hombres homosexuales se activaba una región del hipotálamo cuando eran expuestos a derivados de la testosterona encontrados en el sudor masculino.

Los hombres heterosexuales en cambio tenían una respuesta similar al oler un compuesto similar a los estrógenos encontrado en la orina de las mujeres.

La conclusión es que tanto la atracción heterosexual como la homosexual operan de forma similar a nivel biológico.

Estudios de la estructura del cerebro

Se ha registrado que varias partes del cerebro presentan diferencias entre hombres y mujeres. También se han registrado diferencias de la estructura del cerebro según la orientación sexual.

En 1.990 Swaab y Hofman encontraron diferencias de tamaño del núcleo supraquiasmático entre los hombres homosexuales y heterosexuales.

En 1.992 Allen y Gorski informaron sobre una diferencia de tamaño relacionada con la orientación sexual de la comisura anterior.

También realizó estudios de este tipo Simon LeVay. LeVay estudió cuatro tipos de neuronas del hipotálamo, denominadas INAH1, INAH2, INAH3 y INAH4.

Esta es una zona relevante del cerebro, porque se ha demostrado en animales que desempeña un papel en la regulación del comportamiento sexual y porque anteriormente se demostró que las INAH2 y INAH3 tenían diferente tamaño en hombres y mujeres.

Se obtuvo los cerebros de 41 pacientes hospitalarios fallecidos.

Los sujetos estudiados formaban parte de los siguientes grupos: 19 hombres gais fallecidos por el sida, 16 hombres supuestamente heterosexuales (6 de los cuales también murieron de sida), 6 mujeres presuntamente heterosexuales (una de ellas muerta por sida).

Los pacientes de sida del grupo heterosexual constaba en los informes médicos que eran consumidores de drogas intravenosas o habían recibido transfusiones de sangre, aunque solamente dos hombres de este grupo habían negado específicamente haber mantenido relaciones homosexuales.

Los informes de los demás sujetos asignados como heterosexuales no contenían información sobre su orientación sexual y se les supuso la orientación heterosexual por la proporción mayoritaria de esta en la población masculina.

LeVay no encontró pruebas de diferencias de tamaño de las INAH1, INAH2 o INAH4.

Aunque el grupo INAH3 parecía ser el doble de tamaño en los varones heterosexuales que en el de los varones homosexuales que sería de un tamaño similar al INAH3 del cerebro de las mujeres heterosexuales.

El estudio fué criticado porque todos los sujetos homosexuales habían fallecido de sida y las diferencias podían deberse a la enfermedad.

William Byne y sus equipo intentaron conseguir los mismos resultados en los tamaños de las INAH 1–4 usando diferentes muestras de cerebros, de 14 varones homosexuales VIH positivos, 14 presuntos heterosexuales (10 VIH-positivos) y 34 mujeres presuntamente heterosexuales (9 VIH-positivas).

Encontraron diferencias de tamaño significativas en las INAH3 entre hombres y mujeres.

El tamaño de las INAH3 de los varones homosexuales parecía ligeramente menor que la de los heterosexuales pero mayor que la de las mujeres heterosexuales, aunque ninguna de ambas diferencias tenía significancia estadística.

Byne y sus colegas además pesaron y contaron el número de neuronas INAH3, lo que no había sido realizado por LeVay.

Los resultados para los pesos de las INAH3 fueron similares que las encontradas con los tamaños, el peso de las INAH3 de los cerebros de los varones heterosexuales eran significativamente mayores que las de los cerebros de las mujeres, y los resultados para el grupo de los varones homosexuales quedaban entre ambos grupos pero sin ser significativos.

El recuento de neuronas INAH3 también encontró diferencias entre hombres y mujeres, pero no encontró una tendencia relacionada con la orientación sexual.

Un estudio de 2.010 afirma que : «el cerebro del feto se desarrolla durante el periodo intrauterino de forma masculina debido a la acción directa de la testosterona sobre las células nerviosas en desarrollo, o de forma femenina por la ausencia de esta acción hormonal.

De esta forma nuestra identidad de género (la convicción de pertenecer al género masculino o femenino) y la orientación sexual se programa y organiza en la estructura de nuestro cerebro cuando todavía estamos en el útero.

No hay indicios de que el ambiente social tras el nacimiento tengan efectos sobre la identidad de género o la orientación sexual.»

Teorías biológicas de la etiología de la orientación sexual

Hipótesis sobre la fijación temprana

Hormonas prenatales y orientación sexual.

Las hipótesis de fijación temprana incluyen las investigaciones sobre el desarrollo prenatal y los factores ambientales que controlan la masculinización del cerebro.

Los estudios concluyen que hay algunas pruebas que apoyan esta hipótesis, que justifica las diferencias observadas entre la estructura y el proceso cognitivo entre los varones homosexuales y heterosexuales.

Una explicación para estas diferencias es la exposición a diferentes niveles hormonales durante el embarazo que pudieran bloquear o exacerbar la masculinización del cerebro de los varones homosexuales.

Se cree que la concentración de estos compuestos químicos estarían influidos por los sistemas inmunes del feto y de la madre, el consumo de ciertas drogas por la madre, el estrés en las madres o la inyección directa.

Estas hipótesis están relacionadas con el efecto del orden de nacimiento de los hermanos.

Lo exótico es erótico

Daryl Bem, un psicólogo social de la Universidad Cornell, ha teorizado que la influencia de los factores biológicos en la orientación sexual podría estar influida por las experiencias en la infancias.

El temperamento de un niño lo predisponen a preferir ciertas actividades a las demás.

Por su temperamento, que está influenciado por factores biológicos tales como los genes, algunos niños se sentirán atraídos por actividades que generalmente divierten a los demás niños de su mismo género.

Otros preferirán las actividades típicas del otro género.

Así, los niños con las preferencias estándar se sentirán diferentes de los niños del género opuesto, mientras que los niños que prefieran las actividades del género opuesto se sentirán diferentes de los de su propio género.

Según Bem, este sentimiento de diferencia provocará atracción física cuando estos niños estén cerca de los miembros del género de los que se consideran diferentes.

Bem teoriza que la atracción física se transformará más tarde en atracción sexual.

Los niños se sentirán atraídos sexualmente por aquellos que consideran diferentes (exóticos), por ello esta teoría se denomina lo exótico se vuelve erótico.

Esta teoría se basa en parte en que la mayoría de los gais y las lesbianas afirman haber sido niños con preferencias distintas.

El meta-análisis de 48 estudios muestra que el esta inadecuación de preferencias del niño con su género es una forma de predicción de la orientación sexual de hombres y mujeres.

Catorce estudios publicados desde el de Bailey y Zucker de 1995 también muestran los mismos resultado.

En un estudio realizado por el Kinsey entre unos 1000 gays y lesbianas (y un grupo de control de 500 hombres y mujeres heterosexuales), el 63% de los gays y lesbianas informaron no haberse ajustado a las preferencias comunes de su género en la infancia, comparado con el 10–15% de los hombres y mujeres heterosexuales que no se ajustaban.

Existen 6 estudios de seguimiento de niños que a la edad de 7 años presentaban comportamientos propios del sexo opuesto, conservándolos durante su adolescencia hasta la edad adulta.

La mayoría de estos niños (63%) se convirtieron en adultos homosexuales o bisexuales.

Hay muy pocos estudios de seguimiento de niñas con preferencias del género opuesto.

En un grupo de dieciocho niñas con comportamientos masculinos (a los nueve años), todas presentaron orientación homosexual en la adolescencia y ocho de ellas iniciaron el proceso de resignación de sexo.

William Reiner, un psiquiatra y urólogo de la universidad de Oklahoma ha evaluado más de cien casos de niños nacidos con desórdenes de diferenciación sexual.

En las décadas de 1.960 y 1.970 era común en los países desarrollados prescribir la castración de los niños que nacieran con micropene y que se criaran como niñas.

Esta práctica ha sido muy criticada porque, aunque estos niños fueran criados como niñas, casi todos al convertirse en adultos se sintieron atraídos por las mujeres.

Esto indica que la orientación sexual está determinada ya en el nacimiento.

Hipótesis patológica de la homosexualidad

La hipótesis sobre el origen patológico de la homosexualidad, también denominada la «hipótesis del germen gay», sugiere que la homosexualidad podría estar causada por un agente infeccioso.

Esta hipótesis especulativa fué propuesta por Gregory Cochran y Paul Ewald como parte de un gran proyecto que defendía la teoría microbiana de la enfermedad para varias enfermedades.

Argumentaron que, debido al reducido número de hijos que tienen los gays y las lesbianas, la evolución hubiera seleccionado en contra tal inclinación.

Hicieron una analogía con las enfermedades que causaban alteraciones en la estructura del cerebro y el comportamiento, como la narcolepsia, que se suponía era desencadenada por una infección vírica.

Cochran además argumentó que la predominancia de la homosexualidad en áreas urbanas indicaría que una infección causaría la homosexualidad.

Concluyeron que es una «hipótesis factible... ni más ni menos».

Después de que fuera rechazada la publicación de esta teoría en las revistas científicas revisadas por pares, la idea apareció en la prensa.

La teoría fué muy criticada por su falta de base científica y la ligereza con la que se había hecho pública.

Un boletín de la asociación filosófica americana del año siguiente afirmaba lo siguiente :

A pesar de tener cierto grado de posibilidad lógica, hay muy poco que decir en favor de esta opinión.

Se centra en la reducida tasa de reproducción de los hombres y mujeres homosexuales, ignorando otros mecanismos por medio de los cuales los rasgos genéticos permanecen durante generaciones.

Más importante es que la explicación se ofrece sin absolutamente ninguna prueba de qué tipo de microbio podría causarlo o como provocaría el interés homosexual.

Las revistas científicas revisadas por pares rechazaron esta teoría, sin embargo encontró un cauce en las páginas de la prensa... la facilidad con que las teorías sobre la homosexualidad se filtran a la discusión pública despierta importantes cuestiones éticas acerca del modo en que los investigadores deben comunicar sus diversas teorías al público.

Dado que una teoría infundada sobre la homosexualidad puede causar más daño que bien, los investigadores deberían subir el listón al considerar la revisión que proponen sobre su origen.

En un artículo en la revista Out, el investigador del cerebro William Byne afirmó «Cochran y Ewald son culpables de patologizar la homosexualidad»,

En el mismo artículo el profesor de psicología J. Michael Bailey propone que la teoría del germen no significa necesariamente que la homosexualidad sea una enfermedad, pero reconoce que su creencia podría ser usado políticamente por los homófobos.

Orientación sexual y evolución

Las prácticas sexuales que reducen significativamente la frecuencia de coito heterosexual suponen la reducción de oportunidades de reproducción efectiva y, por esta razón, podrían parecer una adaptación negativa en el contexto evolutivo del modelo dawiniano simple de selección natural, suponiendo siempre que la homosexualidad reduce esta frecuencia.

Varias teorías han intentado explicar la contradicción de la persistencia de la homosexualidad a lo largo del tiempo.

Algunos investigadores han sugerido que la homosexualidad sería adaptativa de una forma no obvia.

De forma análoga al alelo (una versión particular de un gen) que causa la anemia falciforme: cuando está presente por duplicado confiere resistencia contra la malaria, cuando solo hay una copia del gen causa solo una forma leve de anemia (esto se denomina ventaja heterocigota).

La hipótesis denominada del «tio gay» propone que la gente que no tiene hijos propios puede de todas formas contribuir a la prevalencia de los genes de su familia en futuras generaciones proporcionando recursos (comida, supervisión, defensa, protección, etc.) a la descendencia de sus parientes cercanos.

Esta hipótesis es una extensión de la teoría de selección familiar.

La selección familiar se desarrolló originalmente para explicar la pervivencia de los comportamientos altruistas en los grupos, que aparentemente perjudicaban a los individuos altruistas, en a favor de los egoístas.

El concepto inicial fué sugerido por J.B.S. Haldane en 1.932 y posteriormente desarrollado por muchos otros investigadores como John Maynard Smith, W. D. Hamilton y Mary Jane West-Eberhard.

Este concepto además explica el éxito de los insectos sociales en cuyos grupos la mayoría de los individuos no se reproducen.

Brendan Zietsch del Instituto de investigación médica de Queensland propone una teoría alternativa, que consiste en que los hombres que muestran rasgos femeninos resultan más atractivos para las mujeres y por eso aumenta la probabilidad de apareamiento de estos, por lo que los genes que los proporcionan no implican un total rechazo de la heterosexualidad.

Los autores de un estudio de 2.008 afirmaron que «hay pruebas considerables de que la orientación sexual humana esta influenciada genéticamente, así que no se sabe como la homosexualidad, que tiende a reducir el éxito reproductivo, se mantiene en la población con una frecuencia relativamente alta.»

Teorizan que, «mientras que los genes que predisponen a la homosexualidad reducen el éxito reproductivo de los homosexuales, les conferirían alguna ventaja a los heterosexuales que los posean» y sugieren en sus resultados que «los genes que predisponen a la homosexualidad pueden conferir una ventaja en el emparejamiento a los heterosexuales, que explicaría la evolución y la persistencia de la homosexualidad en la población.»

Aparecieron importantes evidencias de un posible mecanismo para la evolución de los «genes homosexuales» en un trabajo de Camperio y Ciani.

Encontraron en dos grandes estudios independientes que los parientes femeninos de los varones homosexuales tenían la tendencia de tener más descendencia que las de los varones heterosexuales.

Además, los parientes femeninos de los hombres homosexuales por el lado materno tendían a tener mayor descendencia que las del lado paterno.

Esto indica que las mujeres que poseen algún gen del complejo que produce la homosexualidad masculina son más fecundas que las que carecen de dichos genes, lo que podría compensar el descenso de la fertilidad de los varones que los poseyeran.

Este fenómeno se conoce como «antagonismo sexual» y se han documentado ampliamente rasgos que benefician a un sexo y perjudican al otro.

Esto proporciona un modelo sólido de como los genes gays podrían haber perdurado en el transcurso de la evolución.

Diferencias biologicas de los gays y las lesbianas

Fisiológicas

Algunos estudios han encontrado correlación entre el físico de las personas y su orientación sexual.

Estos estudios muestran que :

Los hombres gays poseen, en promedio, penes ligeramente más largos y gruesos que los hombres heterosexuales.

Los hombres gays y las mujeres heterosexuales tienen, en promedio, los hemisferios cerebrales más proporcionados.

Las lesbianas y los hombres heterosexuales presentan, de media, el hemisferio izquierdo más grande.

El núcleo VIP SCN del hipotálamo es más grande en los hombres que en las mujeres, y mayor en los hombres gays que en los heterosexuales.

El tamaño medio del núcleo INAH-3 del cerebro de los gais es aproximadamente del mismo tamaño que el de las mujeres, que es significativamente menor y con células más densamente empaquetadas que el del cerebro de los hombres heterosexuales.

La comisura anterior es mayor en las mujeres que en los hombres y se ha registrado que es mayor en los hombres gais que en los hombres heterosexuales, pero un estudio posterior no encontró tal diferencia.

El cerebro de los hombres gais responde de forma diferente a la fluoxetina, un inhibidor de la recaptación de serotonina.

El funcionamiento del oído interno y del sistema central de audición en lesbianas y mujeres bisexuales se parece más al funcionamiento de los hombres que al de las mujeres heterosexuales (los investigadores piensan que esto está de acuerdo con la teoría hormonal prenatal sobre la orientación sexual).

El núcleo supraquiasmático es mayor en los hombres gais que en los heterosexuales, según el estudio de Swaab y Hopffman.

Además este núcleo es mayor en los hombres que en las mujeres.

La reacción al sobresalto (el parpadeo tras un sonido alto) está igualmente masculinizado en las lesbianas y las mujeres bisexuales.

Las personas homosexuales y heterosexuales emiten diferentes olores axilares.

Los cerebros de las personas homosexuales y heterosexuales responden de forma diferente a dos feromonas sexuales humanas (la AND, que se encuentra en la secreción axilar, y la EST, encontrada en la orina femenina).

Una región cerebral (la amigdala) es más activa en los hombres gays que en los heterosexuales cuando se expone a material que excita sexualmente.

La diferencia media de la longitud del dedo índice y el anular puede ser dispar entre las mujeres heterosexuales y las lesbianas.

Es más probable que los gays y las lesbianas sean zurdos que los heterosexuales.

Simon LeVay afirma que debido a que «la preferencia por una mano es observable antes del nacimiento, la observación de un aumento de la zurdera en personas gays es consistente con la idea de que la orientación sexual está influenciada por un proceso prenatal», quizás hereditario.

Un estudio realizado con 50 hombres gays hayó que un 23% tenía el remolino del pelo en el sentido opuesto a las agujas del reloj, en vez del 8% que se observa en la población general.

Esto puede estar correlacionado con ser zurdo.

Los hombres gay tienen mayor densidad de surcos en las huellas digitales en los dedos pulgares y meñiques izquierdos.

El largo de los miembros y las manos comparado con su altura en los hombres gay es menor que en la poblacion general, pero sólo en hombres blancos.

Cognitivas

Hay estudios que sugieren que existe una sutil diferencia en la forma de procesar determinada información entre la personas homosexuales y las heterosexuales :

Los hombres gays y las lesbianas tienen mayor fluidez verbal que los individuos de su mismo sexo heterosexuales (aunque hay dos estudios que no respaldan este resultado).

Los varones gays consiguen mayores puntuaciones en los tests de memoria de localización de objetos (no hay diferencias entre las lesbianas y las mujeres heterosexuales).

Intersexuales :

La sociedad está dividida en dos grupos : hombres y mujeres, y todo está organizado para que creamos que vivimos en esta dicotomía, pero la realidad es que existen muchos seres que por una razón u otra no encajan completamente en ninguno de los dos géneros.

Acostumbrados a vivir en un mundo en el que todos estamos obligados a pertenecer a un género o a otro, no nos damos cuenta de la gravedad del problema, ya que, según Fausto-Sterling, un 1,7% de los niños son intersexuales en mayor o menor medida.

Pero pese a lo que pueda pensar la gente, el problema no reside en la intersexualidad de los niños, sino en el tratamiento que la medicina hace de estos casos.

En occidente, cuando un niño nace con un sexo ‘confuso’ los padres no son informados de que tienen un niño intersexual, sino de que hay una pequeña confusión y que el médico debe descubrir cuál es el ‘verdadero’ sexo del niño para poder actuar con celeridad.

Se trata de una emergencia médica.

Ante estos casos ‘ambiguos’ los médicos se basan en los cromosomas, las gónadas, o en el tamaño del pene/clítoris para decidir el sexo con el que será criado el niño.

Entonces empieza una vorágine de cirugías para intentar que la apariencia externa del niño concuerde con su ‘verdadero sexo’.

¿Qué hacen? Cortan los pedazos de genitales que sobran, como un clítoris largo o unos testículos en un recién nacido con cromosomas XX; y reposicionan la uretra en un niño XY para evitarle la humillación de no poder orinar de pie…

Todo esto se hace para evitar problemas sociales, pero no deja de ser un tema estético tratado como un problema médico.

Es más, en muchos casos a los niños se les reasigna un sexo que no concuerda con sus cromosomas.

Mayoritariamente esto se decide por el tamaño del pene/clítoris.

Si es demasiado pequeño se quita lo que sobra y se convierte en clítoris.

Estas prácticas se realizan para evitar el sufrimiento del niño, pero el proceso también tiene sus consecuencias.

Cuando es necesario crear quirúrgicamente una vagina, los padres deberán introducirle un dildo en el orificio para que no se cierre la herida, además la niña deberá pasar por este doloroso proceso varias veces en su vida.

Si el problema es la longitud del pene, el médico debe medirlo erecto en las sucesivas revisiones, así que este lo masturbará y lo medirá.

De una forma u otra el niño siempre acaba sufriendo.

Otro tema alucinante es como deciden si han tenido éxito en la elección del sexo en el niño.

Si el adulto originalmente intersexual acaba siendo heterosexual, la reasignación se califica como un éxito, si es homosexual o bisexual, se considera un fracaso de lo que se podría concluir que sólo la heterosexualidad es aceptable y normal.

Fausto-Sterling argumenta que con todas estas prácticas lo que se está haciendo es eliminar la intersexualidad para que todos los humanos entremos en una de las dos categorías preestablecidas socialmente : hombres y mujeres, de forma que los niños intersexuales tienen todas las de perder.

Dejando fluir la intersexualidad no empujaríamos a estos niños al quirófano.

Fausto-Sterling propone que se evite la cirugía de reasignación de sexo en recién nacidos, dejando así que sea el crío el que decida con que sexo se siente más cómodo y si quiere, o no, pasar por el quirófano para arreglar sus ‘problemas’ estéticos.

Evidentemente este acto de rebeldía también tiene sus consecuencias, sobretodo para la realización social del niño, pero como mínimo no se le somete a cirugías y amputaciones irreversibles sin su consentimiento.

La lectura del libro de Anne Fausto-Sterling es muy reveladora sobre un tema que la sociedad obvia porque no encaja en la imagen de uniformidad que queremos dar.

Metrosexual

Un metrosexual es un hombre que siente una gran preocupación por su imagen y se caracteriza por gastar en cosméticos y ropa bastante más que la media.

El término es de aparición reciente.

El prefijo metro proviene de metrópoli y refleja que se trata de una tendencia principalmente urbana.

Origen, significado y conducta

La palabra "metrosexual" fue inventada en Inglaterra por Mark Simpson en 1.994, usando las palabras "metro" de Metrópolis y "sexual" de sexo.

Define al "nuevo hombre" del siglo XXI.

El metrosexual no necesariamente debe ser adinerado, vive en la metrópolis y le gusta vestirse con ropa a la moda, se arregla las uñas (manicura), cuida su piel (tratamientos faciales, entre otros), usa cremas, se tiñe el pelo, etc.

Puede ser homosexual, heterosexual o bisexual.

Lo que importa es que se "gusta" a sí mismo y no tiene miedo de hacerlo saber o de manifestarlo de forma evidente.

Mark Simpson inventó un nombre para definir algo que ha existido durante mucho tiempo pero que ahora se está haciendo más común.

Hombres que no tienen vergüenza en pintarse las uñas, pintar su pelo, usar cremas para la cara, ni de vestirse usando ropa de colores vivos.

A pesar de que esto ha existido siempre, ahora parece que muchos hombres se sienten "liberados" de la imagen tópica de "macho" que ha caracterizado al varón por siglos.

Este nuevo varón posiblemente está en contacto con su parte femenina sin miedo a exteriorizarlo.

Sin embargo el metrosexual no se debe confundir con un travesti o transformista.

Algunas sociedades no ven con buenos ojos a este tipo de hombres y los tildan de afeminados u otros términos peyorativos e insultos.

A lo largo de la historia se han utilizado otros términos para referirse a características hasta cierto punto equivalentes.

Por ejemplo, los vocablos petimetre y dandy hacen alusión también a la preocupación por el aspecto personal, aunque lo vinculan con cierto componente de afectación.

Transgénero

Transgénero es un término general que se aplica a una variedad de individuos, conductas y grupos que suponen tendencias que se diferencian de las identidades de género binarias (hombre o mujer) que normalmente, aunque no siempre, son asignados al nacer, y del rol que tradicionalmente tiene la sociedad.

El transgénero suele interpretarse como una forma de expresión de la sexualidad de una persona que difiere de su género biológico y lo que la sociedad le ha asignado a este.

Transgénero es el estado de la identidad de género de uno mismo (autoidentificación como hombre, mujer, ambos o ninguno) que no se corresponde con el género asignado a uno mismo (la identificación por parte de los demás de si se es hombre o mujer en función del sexo genético o físico).

El transgénero no se realciona con la presencia de determinada orientación sexual; las personas transgénero pueden identificarse como heterosexuales, homosexuales, bisexuales, pansexuales, polisexuales, asexuales, etc.

La definición exacta de transgénero continúa sin estar fijada, pero incluye:

"Persona cuya identidad no se conforma sin ambigüedades a las normas convencionales de género masculino o femenino, pero que las combina o se encuentra entre ellas."

"Personas que fueron asignadas un género, generalmente al nacer y en base a sus genitales, pero que sienten que esta es una descripción falsa o incompleta de ellos mismos."

"La no identificación con, o no presentación como, el género que uno fue asignado al nacer."

Un individuo transgénero puede poseer características que normalmente se asocian a un determinado género, identificarse de otra manera dentro de los género binarios o identificarse co un tercer género, una mezcla de ambos o ningún género.

Se le llama identidades transgénero a los términos que se relacionan con la expresión sexual que presenta discordancia entre la identidad de género, el género biológico y lo que la sociedad ha estipulado convencionalmente para identificar a los géneros tradicionales o género binarios.

Dentro del transgénero se encuentran conceptos derivados que corresponden a la clasificación de distintas identidades de género, entre los que se encuantran: la androginia, el cross-dressing, el genderqueer, el género fluido y la transexualidad.

La androginia es la presencia de rasgos físicos o psicológicos de determinado género en un individuo del género opuesto.

El cross-dressing es la utilización de prendas asignadas socialmente al género opuesto que no involucra un propósito específico, dentro de el se establecen términos similares como el transvestismo (identificarse con la indumentaria socialmente asignada al sexo opuesto) y el drag (auxiliar dramático en el que se representan personajes paródicos o burlescos del género opuesto con fines primordialmente histriónicos).

El genderqueer corresponde a los individuos que se identifican de una manera diferente a los género binarios; como una mezcla de ambos género binarios (bigénero), un tercer género, un género neutro o nulo (agénero) o todos los géneros (pangénero).

El género fluido designa a aquellos individuos de identidad genderqueer que rotan su identidad de género, adecuándose al contexto social.

La transexualidad define a aquellos individuos cuya identidad de género es discordante a su género biológico, por lo que desean vivir y ser aceptados como miembros del género contrario al sexo que se le asignó al nacer.

Dentro de la cultura popular se ubican conceptos como el kathoey y el shemale bajo los criterios clínicos de la transexualidad.

Identidades transgénero

El transgénero consta de diferentes identidades, catalogadas de distintas maneras en la que algunas se incluyen y reconocen como transgénero.

Dichas identidades se relacionan porque prevalece una discordancia entre el género biológico, el cisgénero y los roles socialmente asignados a determinado género biológico; identificándose con las características de género opuesto, con las características de los dos géneros o con ninguno de los géneros binarios.

Popularmente se aleja el término transgénero de otras identidades que descienden de este, como la transexulidad y el transvestismo.

Erróneamente se sugiere que un transexual o un transvestite son diferentes a un transgénero. Un transgénero es una persona que expresa su sexualidad de una manera distinta a lo que la sociedad convencional espera por la presencia de determinado género biológico en un individuo.

El identificarse con el género opuesto o ningún género entra dentro de la definición de transgénero por lo que un agénero, un andrógino, un bigénero, un cross-dresser, un artista de drag, un genderqueer, un género fluido, una kathoey, un pangénero, un tercer sexo, un transexual y un transvestista, son transgénero por tener una manifestación distinta de su sexualidad o una manifestación de su identidad de género que es discordante de su género biológico.

Androginia

Androginia e Intersexualidad.

Androginia es una identidad transgénero presente en aquellas personas que no entran completamente dentro de lo que la biología o la sociedad califican como masculino o femenino.

La androginia es frecuentemente utilizada dentro del estudio de la biológia para referirse a la presencia anormal de características sexuales de determinado genero dentro de otro género, por lo que el término es freceuntemente relacionado con la intersexualidad y el hermafroditismo.

La androginia es la ambigüedad sexual de características físicas o psicológicas.

La androginia también define una serie de patrones psicológicos en un individuo de determinado género que concuerdan con lo que convencionalemente la sociedad identifica con el comportamiento del género opuesto, es decir, el término androginia también es utilizado como un término social que define a aquellas personas que adoptan el comportamiento y manerismos del género opuesto (presentando una discordancia del cisgénero).

La androginia como término para definir el comportamiento social o la vida sexual es estipulada por las características del afeminamiento o la masculinización, las cuales son frecuentemente interpretadas vulgarmente con peyorativos.

El afeminamiento o masculinización de una persona no son determinados por ningún tipo de orientación sexual, ya que ninguno de los dos se relaciona.

La androginia psicológica (afeminamiento y masculinización) normalmente no son considerados como identidades transgénero.

Cross-dressing

Travestismo #Cross-dressing.

Cross-dressing o crossdressing es una identidad en la que simplemente se utiliza la vestimenta del género opuesto.

El cross-dressing no tiene un motivo específico.

El cross-dressing es estereotípicamente y erróneamente asociado como una conducta transexual u homosexual, siendo posible su manifestación en cualquier orientación sexual y no necesariamente relacionándose a un género u orientacion específica.

El cross-dressing se manifiesta de manera poblacionalmente mayor entre hombres heterosexuales.

El cross-dressing ha sido utilizado como método de transgresión social, en el que diferentes personajes históricos tansgredían los convencionalismos sociales y religiosos de un género como el derecho a la educación, la participación militar y los preceptos religiosos.

El cross-dressing es frecuentemente utilizado como elemento artístico en las representaciones dramáticas.

La moda, normalmente aquella de la cultura occidental moderna, permite la adaptación de vestimentas que habían sido diseñadas originalmente para el género opuesto.

Algunos tipos de vestimenta tradicional incluyen piezas de indumentaria.

El cross-dressing puede ser interpretado o relacionado socialmente con el afeminamiento y la masculinización.
Drag

Drag queen y Drag king.

Drag es una identidad sexual similar al transvestismo en el que la persona utiliza ropa socialmente asignada al género opuesto para la representación dramática de un hombre (drag king) y una mujer (drag queen) de caricatura o sátira.

El drag puede estar ligado a cualquier orientación sexual, pero se limita únicamente a la representación artística o dramática.

En el drag es frecuente la imitación de celebridades de la farándula, exagerando la forma de vestir y haciendo un burlesque de los convencionalismos de la sociedad como los preceptos del código de etiqueta social.

El drag surge en el siglo XIX como un método para provocar la hilaridad del espectador.

Era frecuentemente utilizado en diversos espectáculos del teatro de variedades.

Transvestismo o travestismo.

Transvestismo o travestismo es una identidad en la que el individuo utiliza prendas socialmente asignadas al género opuesto, es decir, se identifica mejor con la moda del género opuesto que con la moda del género propio.

El transvestismo puede o no estar ligado a la orientación sexual, siendo posiblemente relacionado con un deseo transexual de ser identificado como una persona del género opuesto. 

Estereotípicamente se asocia al transvestismo con la homosexualidad.

Genderqueer

Genderqueer (identificado como género intermedio o intergénero) es una identidad en la que el individuo no se idenfica con los géneros binarios tradicionales (masculino y femenino); se puede identificar como una mexcla de masculino y femenino, masculino o femenino, ninguno de los dos géneros, un tercer género o todos los género posibles.

En el caso de que se perciba a si mismo como masculino y femenino, existe una identidad bigénero; si no se percibe como masculino, ni como fememenino, entonces existe una identidad agénero; si se percibe como una mezcla entre masculino y femenino, entonces existe una identidad pangénero; si se percibe como un género distinto al género masculino, al femenino o al nulo, entonces se percibe como un tercer género.

Agénero

Agénero es una identidad transgénero en la que la persona no se identifica o conforma con algunos de los dos géneros biológicos establecidos, masculino y femenino, o ninguno de otro tipo; por lo que no se considera dentro de las estipulaciones de algún género.

Una persona agénero tiene determinadas características del dimorfismo sexual que distinguen a su género biológico, simplemente no se identifica con si género biológico, ni con el equivalente opuesto a su género biológico, por lo que decide establecerse como una persona que tiene una identidad de género ubicada como neutral.

Es incorrecto decir que un agénero no tiene identidad de género, ya que en realidad su identidad de género esta establecida, pero no corresponde con ninguna de las características de los géneros biológicos convencionales, por lo que técnicamente sí se encuentra presente esta percepción en un agénero.

Pangénero

Pangénero es una identidad transgénero en el que la persona no se identifica con niguno de los género binarios (masculino y femenino), sino como una mezcla de ambos o un tercer género.

El término pangénero se relaciona con el genderqueer.

Pangénero también es utilizado entre la comunidad LGBT como un término que describe a aquellas personas que se perciben con las características de todos los géneros en su forma física, su expresión cultural y su expresión sexual.

Tercer sexo

Tercer sexo o tercer género es un concepto utilizado para referirse a aquella identidad de género que no se clasifica dentro de la identidad de género masculino y/o femenina.

El tercer género también es interpretado como una identidad de género en la que la persona se percibe como neutro o una mezcla entre masculino y femenino.

En un concepto más alejado se le denomina tercer género a la presencia del afeminamiento o masculinización, erróneamente atribuídos a la homosexualidad.

También se utiliza para referirse a personas con identidad de género y género biológico concordantes, y de orientación sexual heterosexual que experimentan deseos homosexuales o heteroflexibilidad.

Bigénero

Bigénero es un concepto que describe la conducta de una persona en la que surge un tipo de transformismo en el 
que la persona rota su personalidad a masculino y femenino, dependiendo el contexto.

El individuo se identifica a sí mismo como masculino y como femenino, pero altera su percepción de género, adaptándose a las circunstancias sociales.

Trigénero

Trigénero es una identidad transgénero, que de manera similar al bigénero, se caracteriza por la moviliadad entre género.

El trigénero se caracteriza por la movilidad de un individuo como masculino, femenino o el tercer género (sin género, una combinación de masculino y femenino o una variedad de identidad de genderqueer), todo derteminado por la circunstacias que presenta el contexto en el que el individuo se encuentre.

Género fluido

Género fluido es una identidad transgénero similar al bigénero y al genderqueer en el que una persona se identifica con ambos géneros, por lo que establece periodos en los que se identifica como masculino y otros periodos en los que se identifica como femenino.

El Género fluido no es determinado por la presencia de determinadas características sexuales o por la orientación sexual, sino por una conformidad en la identidad de género con ambos géneros convencionales.

Se le llama género fluido como una analogía a la características de los fluidos de permanecer en constante movimiento, haciendo referencia al trance entre masculino y femenino en una persona de género fluido.

Transexualidad

Transexualidad es una identidad en la que el individuo se identifica, desea vivir y ser aceptado como una persona del sexo opuesto a su género biológico.

La transexualidad presenta una discordancia entre la identidad de género propia y el género biológico asignado en el nacimiento; surgiendo el deseo de que astralmente se pertenece al género opuesto, pero se manifestó en el género biológico equivocado.

El deseo transexual se define la incorfomidad con el género anatómico, provocando que el individuo busque que su apariencia física y genitales sean lo más congruentes posible a su verdadera identidad de género a través de cirugías y tratamientos hormonales de reasignación de género (cambio de sexo).

Showgirls Kathoey

Kathoey

Kathoey (Tailandés: กะเทย, IPA: [kaʔtʰɤːj]) es un térmnio tailandés utilizado para referirse a un hombre transgénero o un hombre afeminado.

Del Kathoey surgen diferentes expresiones del transgénero que se relacionan con la transexualidad y el drag.

Un kathoey puede ser transexual, es decir, no se conforma con el género biológico que le fué estipulado al nacer.

Para reconfigurar su género, recurre al afeminamiento de su cuerpo con tratamientos hormonales, cirugías y tratamientos de belleza.

En otros casos, un kathoey puede estar conforme con el género que le fue determinado al nacer, deseando tener sólo una apariencia femenina.

En otros casos un kathoey pertenece al tercer género, es decir se clasifica como una mezcla de hombre y mujer.

Shemale

Shemale es un término de la cultura popular, normalmente utilizado en la producción pornográfica, que se utiliza para describir una variante de la transexualidad en la que una persona masculina ha completado una transición parcial hacia el género femenino, pero que aún conserva sus genitales masculinos.

El término es una contracción de los términos ingleses she (pronombre femenino) y male (masculino en inglés).

Transgénero y LGBT

LGBT.

Como indica la conformación de las siglas LGBT (L: Lesbianas; G: Gays; B: Bisexuales y T: Transgénero), el transgénero es un componente de dicha comunidad por representar, al igual que las diferentes orientaciones sexuales que no siguen la heteronormatividad, una minoría sexual.

Frecuentemente, la T es interpretada como la letra inicial de transexual o transvestista; a pesar de ello, ambas son identidades transgénero por lo que la extensión del concepto no sería la misma.

De forma más general, se indica que la letra "T" representa transgénero.18

A pesar de ser agrupado con orientaciones sexuales en LGBT, el transgénero no tiene relación alguna con ninguna de estas.

El ser transgénero se trata de la identidad de género de una persona, no de su orientación sexual.

Debido a que su orientación sexual difiere de su identidad de género, un transgénero puede manifestar cualquier orientación sexual, al igual que una persona cisgénero.

El transgénero en sus identidades más reconocidas (transexualidad, transvestismo, cross-dressing y drag) puede ser erróneamente relacionado con la orientación sexual homosexual.

En décadas anteriores se confundían los conceptos de orientación sexual e identidad de género, por lo que eran simplemente etiquetados como homosexualidad o heterosexualidad según el género biológico que presentaba una persona.

En la actualidad, concretamente a partir de la década de los 70's, comenzó a distinguirse el término de identidad transgénero del término homosexualidad siendo remplazado por diferentes conceptos que hacen referencia a la atracción sexual de una persona y no a su identidad de género.

Una persona transgénero debe ser reconocida y referida con la identidad de género que posee, no con el género biológico que le fue asignado al nacer (Se debe utilizar el pronombre que haga referencia al género que prefiere el individuo).

De la misma manera que si una persona se percibe como el género opuesto al grupo del que siente atracción sexual, debe ser referido como heterosexual

Símbolos transgénero

Simbología LGBT #Símbolos transgénero

Un símbolo común de la actualidad es la bandera del orgullo transgénero creada en 1999 por Monica Helms, la cual fué mostrada por primera vez en el Pride Parade de Phoenix, Arizona en el año 2.000.

El símbolo consta de cinco franjas, de las cuales dos son azules que representan el género masculino), dos son rosas representan el género femenino y una franja central blanca que representa la neutralidad de género, el agénero y/o la intersexualidad.

De manera más general suele utilizarse una alteración de los símbolos astrológicos de Marte y Venus para distinguir a la comunidad transgénero.

El símbolo se representa con un aro general que incorpora la cruz del símbolo de Venus, la flecha del símbolo de Marte y un tercer elemento que surge de un híbrido de la cruz de Venus y la flecha de Marte.

En la mayoría de la sinbología transgénero suele utilizarse el color rosa y el color azul en diferentes sombras y tonos, también suele utilizarse en degradado de color.

Otros símbolos del tránsgenero son la mariposa (normalmente alterada con colores en rosa o azul) que hace una referencia analógica entre el proceso de metamorfosis de los lepidópteros y la transición de género de una persona transgénero.

Otro simbolismo de la comunidad transgénero es el Taijitu como representación del yin y yang alterado en color azul celeste y rosado para representar los género binarios y la complementación, equilibrio y armonía de ambos géneros.

Salud

Salud mental

Disforia de género.

En distintas legislaciones y estatutos clínicos se considera al transgénero en cualquiera de sus expresiones (principalmente la transexualidad y el transvestismo) como un desorden mental.

El transgénero en su carácter clínico se identifica como desorden de identidad de género clasificado como desorden mental en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM) publicado por la Asociación 
Estadounidense de Psiquiatría (APA).

Como respuesta social a la clasificación del transgénero han surgido distintos movimientos sociales de activistas que piden que la clasificación del transgénero (Desorden de Identidad de Género) como desorden mental sea eliminado de la clasificación en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la APA.

La psicología actual define al desorden de identidad de género como: "Fuertes y persistentes sentimientos de identificación con el género opuesto e inconformidad con el género propio".

La APA clasifica padecimientos clínicamente relevantes que causan algún tipo de complicación o respuesta negativa en la salud por lo que el desorden de identidad de género es considerado como una patología psicológica únicamente cuando produce disforia de género; reduciendo la respuesta social que produce la controversial clasificación del transgénero como desorden mental clínico-psicológico.

Algunos grupos de activistas desean que el transgénero sea simplemente descrito clínicamente de una forma más apropiada que no lo clasifique dentro de los desordenes mentales.

En una variante del desorden de identidad de género, se encuentra el desorden de identidad de género infantil.

El desorden de identidad de género infantil es un patrón de comportamiento entre infantes y personas que pasan por la pubertad, en el que el individuo rechaza pertenecer al género que le fué asignado al nacer y desea vivir como una persona del género opuesto, aceptando su estilo de vida, rol social y manerismos.

Se considera a este patrón de comportamiento como precursor de la homosexualidad.

En el caso de padecer disforia de género, sentimientos depresivos o estrés ante la discordancia entre identidad de género y el género biológico, la terapia psicológica es recomendada.

También es recomendable la terapia psicológica para la transexualidad en caso de que el cambio de sexo sea una realidad, no como un diagnóstico clínico, sino como un apoyo que ayude al paciente a sobrellevar su "nueva vida" como miembro reconocido del género opuesto.

Salud física

Cambio de sexo y cirugía de reasignación de sexo.

Distintos procedimientos médicos y quirúrgicos son puestos a disposición de los pacientes en distintos países en los que es permitida la reasignación de sexo.

No todas las identidades transgénero buscan un cambio en la apariencia física para la reasignación de su género biológico.

Los tratamientos hormonales son una alternativa que en caso de ser introducidos en un individuo de género biológico femenino, crea una mayor concentración de vello androgénico en la zona facial y masculiniza la distribución de la grasa.

En el caso de ser aplicados a un individuo de género biológico masculino, el efecto causará la feminización de la distribución de la grasa y el volumen de los senos.

Otras alternativas sencillas incluyen la depilación láser y la epilación por electrólisis para remover el vello endrogénico en el cuerpo.

El término de cambio de sexo y cirugía de reasignación de sexo son utilizados como términos globales para definir la transición de un cuerpo de determinado género biológico al otro. 

Algunos procedimientos quirúrgicos que incluyen las cirugías de cambio de sexo son: la reconstrucción de pecho masculino, la faloplastia, la metoidioplastía, la histerectomía, la ooforectomía, la terapia vocal, la dermoabrasión, la feminización o masculinización de los rasgos faciales, la condrolaringoplastía, el implante mamario, liposucción y aumento de nalgas.

Aspectos legales

Leyes mundiales que conciernen a la expresión de la identidad de género

Cambio de Identidad Legal

En distintas jurisdicciones político-sociales de algunos países se ofrecen garantías a la protección de las personas transgénero en todas sus identidades.

El reconocimiento de dichas leyes dependen de la jurisdicción de cada país, siendo contrastantemente jurídicos, permitiendo la cirugía y reconocimiento legal del transgénero hasta penar cualquier tipo de expresión transgénero.

Cambio de sexo

La ley de algunos países ampara el cambio de identidad de una persona transexual cuando desea cumplir su transición legal como miembro reconocido del género opuesto a su género biológico.

Entre estos aspectos legales aceptados en países que permiten la transición legal de un género a otro se encuentran notablemente las modificaciones de nombre, acta de nacimiento y distintas identificaciones que proporciona el gobierno (autorización para la conducción de vehículos, identificación estatal, pasaporte, testamento, etc.).

Las modificaciones en dichos documentos permiten a la persona ser reconocida como miembro del sexo opuesto ante la ley, dependiendo si la aplicación de la ley es vigente y aceptada en dicho país.

En el estatuto número tres de la promulgación de Los Principios de Yogyakarta sobre la Aplicación del Derecho Internacional de Derechos Humanos a las Cuestiones de Orientación Sexual e Identidad de Género promueve la dignidad relacionada con la expresión sexual de los individuos, en el que no se podrá obligar a las personas a suprimir o negar su identidad de género u orientación sexual.

También establece que las personas que así lo deseen, pueden modificar el reconocimiento legal que los identifica como miembros de determinado género, sin ser obligados a someterse a determinado proceso quirúrgico de cambio de sexo.

Matrimonio

Matrimonio entre personas del mismo sexo

El matrimonio entre personas transgénero depende de la evaluación legal aplicada dentro de la jurisdicción de cada país.

También es determinante si el enlace matrimonial reconocido ante la ley (en caso de unión transexual) se efectúa pre o pos transición de cambio de sexo.

En algunos casos entraría dentro de la marca de matrimonio entre personas del mismo sexo si ambos contrayentes tienen o tuvieron en mismo género, dependiendo de la aplicación de las leyes en la jurisdicción de cada país y si el matrimonio entre personas del mismo sexo es permitido.

En otros casos, la validez del matrimonio con una persona transexual depende del reconocimiento legal del nuevo género de la persona que ha completado su transición.

Podría ser válido, por ejemplo, un enlace matrimonial entre una persona transexual que ha sido nuevamente reconocida legalmen tecomo femenino después de una transición y contrae matrimonio con una persona de género masculino biológico que no ha modificado su reconocimiento ante la ley.

Aspectos sociales

Transfobia

La transfobia es un delito de odio que describe un rango de discriminación hacia las personas transgénero.

Las personas transgénero también pueden experimentar homofobia, debido a la concepción errónea que asocia la identidad de género y la homosexualidad.

En un término similiar se ubica el concepto prejuicio transgénero, que refiere al prejuicio, discriminación o el estereotipo negativo de la comunidad transgénero.

Trans bashing

El trans baching es una variante del bashing o bullying que se caraceriza por presentar ataques constantes hacia una persona transgénero, mostrándose como agresiones físicas, verbales, emocionales o sexuales.

Pansexualidad

La pansexualidad, omnisexualidad, polisexualidad o trisexualidad es una orientación sexual humana, caracterizada por la atracción estética, romántica o sexual por otras personas independientemente del sexo y género de las mismas.

Por lo tanto, los pansexuales pueden sentirse atraídos por varones, mujeres y también por aquellas personas que no se sienten identificadas con la dicotomía varón/mujer o con la de masculino/femenino, incluyendo así, por ejemplo, a intersexuales, transexuales e intergéneros.

La pansexualidad es la capacidad de amar a otra persona independientemente de su género. 

Los pansexuales afirman que para ellos el sexo y el género son conceptos vacíos de significado o que no tienen importancia.

A veces se añade una "P" a la sigla LGBT en referencia a la pansexualidad.

Andromimetofilia

La andromimetofilia (del griego ἀνδρός, varón; μιμητικός, imitable; φιλία, atracción) consiste en la atracción sexual hacia las mujeres que se visten o se comportan como hombres, hacia las mujeres transexuales en transición a hombres, o hacia las transexuales que han completado la transición a hombre.

Es la contraparte de la ginemimetofilia.

Ginemimetofilia

La ginemimetofilia (del griego γυναικός, mujer; μιμητικός, imitable; φιλία, atracción) es una parafilia que consiste en la atracción sexual hacia los hombres que se visten o se comportan como mujeres.

Es la contraparte de la andromimetofilia.






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